Cuando descubrí la historia de Buenaventura Suarez sencillamente quedé cautivado. La fascinación perdura y creo que aún nos debemos poner en relieve su inmensa contribución a la ciencia criolla, justipreciar su estatura.
Aquí les dejo un texto que escribí para un fascículo de la serie
"Aula ciudad" que lleva adelante la intendencia de la ciudad de Santa Fe. Algo parecido se publicó también en la serie "Santa Fe en la gestación y desarrollo de la Argentina" del diario "El Litoral" y una versión más reducida en la
Revista "Posta" (gran revista, una pena que se haya discontinuado, dicho sea de paso).
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Buenaventura en su observatorio según lo imaginó un artista |
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El "Lunario de un siglo", el primer paper argentino. |
Buenaventura, el
científico criollo
La
sociedad, su cultura y protagonistas
En
una cámara de ultra alto vacío de un laboratorio de Física puede
ocurrir una invasión. Una
muy pequeña cantidad de átomos ocupa una superficie, un territorio,
y lo coloniza. En general es perfectamente posible controlar la
cantidad y las especies invasoras desde el exterior, pero no es
estrictamente predecible cuál va a ser el resultado de la
colonización. Se generan condiciones de contexto pero luego esos
átomos se autoensamblan, se organizan siguiendo fuerzas elementales
que los agrupan, ordenan y establecen de muy diferente manera según
sean las características de la superficie, de las condiciones de
presión y temperatura del ambiente, de la cantidad de nuevos
habitantes y de sus propias habilidades para formar lazos con sus
vecinos. Luego, descubrir cuál fue el resultado del juego de
interacciones colectivas y -sobre todo- comprender sus porqués será
el desvelo persistente del científico.